jueves, septiembre 09, 2010

Columna de F. Carrera hoy en elPeriódico

No pude dejar de preguntarme, a propósito de nosotros, de nuestro seminario y de las preguntas que no terminamos de cuajar, mucho menos empezar a resolver, a propósito de las culturas mesoamericanas en general, y del Popol Wuj y el esfuerzo interpretativo de Mata Gavidia en particular: ¿qué uso le estaremos dando al conocimiento, no sólo del "panteón" maya o náhuatl (como con Carrera), sino también de las intuiciones, nociones, conceptos o categorías centrales a estos pensamientos según los vayamos "descifrando"?  Un par de extremos indeseables, me parece, son, uno, la pura ornamentación folclórica, otro, la colonización de lo otro por lo mismo, ambos juegos de espejo en cierta forma, en los que al fin y al cabo (porque así es también desde el inicio) sólo se refleja "nuestro propio" pensamiento colonial, colonizado, colono...

La columna en cuestión:

"El milagro de Ixchel y Chaac


Se necesitaron dos deidades mayas para que finalmente se diera el milagro. Chaac, el dios de la lluvia, se confabuló este año para compensarnos por su larga ausencia durante el 2009, cuando dejó un rastro de muerte y de hambre. Ixchel, la diosa de la fertilidad y de la agricultura, pero también la implacable diosa de las inundaciones, se aprovechó del regreso de Chaac para arrasar con agua y con lodo todo el territorio nacional. Pero ambos dioses no nos desean el mal. Y quizá por eso la tragedia se transformó en esperanza.

Durante esta semana hemos leído y visto lo que pensamos era un imposible. El Gobierno llamando a la unidad nacional. Los medios escritos editorializando a favor de trascender los conflictos y solidarizarse con las víctimas. Los partidos de oposición aprobando un presupuesto ampliado que parcialmente se dedicará a atender la emergencia. Los empresarios respaldando al Gobierno en su petición de recursos para atacar el desastre.

Por supuesto que Ah Puch, dios de la guerra y de la muerte, todavía está con nosotros. Y cada vez que alguien levanta la bandera de la unidad y del diálogo, por ahí aparece el tecolote con su canto artero. Ese canto que anuncia la presencia del señor de Xibalbá, el Apestoso.

Así que, ¿cómo hacemos para derrotar de una vez por todas a Ah Puch, señor de Xibalbá?"

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