martes, septiembre 21, 2010

Resumen de clase

Resumen de los principales puntos expuestos en la clase del lunes 20 de septiembre

Abel

  • Marcada diferencia entre Mata Gavidia y León Portilla, el primero hace un esfuerzo más filosófico por hacer una exposición del tiempo desde una perspectiva existencial y León Portilla presenta una gran cantidad de datos pero en sentido más antropológico. Antropología cultural.
  • El tiempo es el rasgo cultural clave, arraigado en el simbolismo y en la conceptualización maya del mundo. Hay en el estudio del tiempo también un sentido práctico.
  • Capítulo primero: lo matemático, tiempo sin principio ni fin, sin embargo, establecen un punto de referencia que es una base fija que plantea un evento significativo: la última creación (año 3,113 ac.).
  • Capítulo segundo: búsqueda de un término equivalente a «tiempo». Concluye luego de examinar 218 vocablos que kuh es lo sagrado o divino; lab la influencia nefasta y kinh: día, sol, tiempo. La simbología de kinh con las figuras antropomorfas es una deificación del tiempo.
  • Capítulo tercero: es un panteísmo no en el sentido de que todo sean dioses, sino que todo participa de la naturaleza divina. El tiempo es la forma de existir, de ser y por lo tanto también es divino y se puede representar. En la representación de las deidades siempre aparece el tiempo, hay algunas figuras portadoras, otras sostenedoras y otras cargadoras del tiempo. Siempre hay una relación de las deidades con el tiempo. Aunque sólo kinh lo representa.

Adolfo

  • Juan Pablo planteó la pregunta si la preocupación maya era el tiempo o lo numérico. Adolfo responde que la preocupación fundamental es el tiempo y que lo numérico es sólo un instrumento de medición.
  • Día, sol y tiempo, -kinh- constituye la medida mínima del tiempo: la unidad. El sistema de numeración maya, a diferencia de otros pensamientos como el occidental, es vigesimal. Y la diferencia entre éste y el decimal es que el vigesimal nos regresa a la dualidad, lo vigesimal siempre tiene mitad mientras que el decimal al dividirlo da cinco y este ya no se puede dividir. Con ese sistema los mayas tienen una figura divisible en dos.
  • Haciendo un paralelismo con Mata Gavidia podríamos decir que el tiempo se vuelve una figura divina en tanto es «vida».
  • En las conclusiones (p. 63) establece León Portilla que “El concepto de tiempo, abstracción a partir de la experiencia de la presencia cíclica del sol y del día...” Adolfo debate que eso es muy estrecho, el tiempo es más que esa abstracción y trae la cita a Thompson de la p. 47 donde dice que los días eran «seres vivientes».

Roberto

  • El documento no está actualizado porque para el momento en que fue escrito, sólo se podían interpretar los números y algunos glifos.
  • Un aporte maya es el conocimiento sobre Venus.

8 comentarios:

  1. Interesante discusión de puntos centrales. Algunas reacciones:

    1. Más allá (o acá) de la diferencia apuntada entre Mata Gavidia y León Portilla respecto de que uno es más filosófico y el otro más antropológico, me parece que ambos aún comparten, y en mucho, un cierto mantenerse a distancia del horizonte propio del pensamiento maya. Mata Gavidia no me parece que relaciona sino proyecta algunas nociones y preocupaciones existencialistas; León Portilla no logra pasar de las generalidades o las extrapolaciones muy abstractas, generales o llanamente fantásticas. Nuestra pregunta, me parece, debe ser en la línea de: ¿Qué se (nos) da a pensar en el Popol Wuj y en otro tipo de discursos mayas? No a pensar como repensar o reencontrar nuestro propio pensamiento (actual, occidentalizado, quizá colonialista), sino tratando de desentrañar, por difícil que sea, las nociones o conceptos fundamentales desde los que operan...

    2. ¿Desde qué concepto de tiempo pensamos y "operamos" nosotros ahora? En la medida en que tengamos clara nuestra propia concepción, tendremos acceso a las diferencias y similitudes con lo maya. Ninguno de nuestros dos autores ha hecho este esfuerzo previo de demarcación, por lo que corren el riesgo de simple y sencillamante proyectar lo propio en lo ajeno, impidiendo así que ésto brille con brillo propio.

    3. Ciertamente parece clave la noción que relaciona tiempo, día y sol (kinh)... ¿Qué vincula a estas tres realidades?, ¿son tres realidades, dos, una sola?, ¿qué concepción profunda de devenir temporal opera en ellas?

    4. Menos importante y --no sin algo de paradoja-- más compleja parece ser toda la simbología alrededor de la dizque deificación polimorfa del tiempo... Preguntémonos nosotros el nivel de "astronomización" bajo el que operamos los días lunes (de luna) o de "romanización" los meses de julio (de Julio César)... No que nada de esto no signifique algo, pero ¿qué exactamente? Como por aquí va también toda la cuestión, todavía vigente en prácticas, de las figuras portadoras, sostenedoras o cargadoras del tiempo. Pero nuevamente: ¿qué quiere decir esto exactamente, qué se asume en cuanto a la naturaleza del tiempo y su "ser" o "entidad" cuando se dice que alguien o algo (¿alguien-algo?) lo carga? ¿Qué diferencia o similitud hay entre esta expresión y la también vigente, entre otros, de "tener (o no) tiempo", "dar(se) tiempo", "perder (el) tiempo", etc.?

    5. ¿Qué puede querer decir la expresión de Thompson acerca de que los días eran "seres vivientes" para los mayas? ¿Se trata de una expresión literal o de un símil apuntando a la periodicidad o ciclicidad de la existencia?

    6. Para una primera actualización y discusión con científicos más avanzados, véanse los apéndices. No tengo completamente claro qué más se clarifica de lo esencial (concepto de tiempo, de la vida, de lo sagrado, etc.) con los nuevos desciframientos, plasmados, por ejemplo, en las versiones muy recientes de los Códices. Confieso no manejar ni el tema ni la disciplina, así que es punto pendiente para ulteriores indagaciones.

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  2. Los comentarios que hace Amilcar ya estaban planteados, aún como intuiciones, en los dos últimos días de clase. Al menos en forma sumaria:

    1. al estudiar el enfoque de Mata Gavidia, de León Portilla y el nuestro, se señaló que pensabamos lo que pensaban los autores sobre el pensamiento de los mayas. La pretención de hacer ciencia de León Portilla y de hacer una interpretación existencial de Mata Gavidia, quedó claro.

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  3. Creo que solo podemos señalar el pensar-otro de forma indicativa y no comprensiva. Es decir, que solo podemos señalar y no explicar lo que ese pensar-otro significa o representa. Tendríamos que salir del sistema de pensamiento en el que nos movemos. Ricoeur decia que debíamos pensar más y de otra manera; el riesgo en el que nos movemos, siempre nos coloca ante lo opuesto o lo antagónico, ante la negación o la ausencia, pero dificilmente podemos trascender el sistema... solo podemos indicarlo. Al menos hasta ahí estamos en el proceso de evolución del pensamiento en su situación actual.

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  4. Corremos siempre el riesgo de reencontrarnos o repensar nuestro pensamiento... aún así, no podemos encerrarnos en el silencio, es necesario darnos la oportunidad de ese pensar-otro a partir del Popol-Vuh, es decir, a partir de los mayas... de hecho la producción del pensamiento maya, que ha llegado a nosotros, más allá de nuestras valoraciones, conceptualizaciones o significaciones, aportan desde su diversidad y diferencias en relación a nuestro pensar, el desvelamiento inteligible del pensar maya, más allá de nuestro sistema de pensamiento.

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  5. En resumen, indicamos nuestra aspiración por el pensar-otro, sabiendo e intentando manejar adecuadamente el pensar-mismo, desde el que podemos siempre totalizar y reducir todo a nuestra forma mental.

    2. En la clase del 13 de septiembre intentamos alterar (de alteridad) el significado que damos a algunos términos. Señalamos que esa comprensión de todo cuanto existe era una comprensión continua del ser, no solo participación gradual, sino un continuum del ser divino... por lo que el termino panteismo, no como tradicionalmente es entendido (todo es dios, todo es divino o todo son divinidades); podríamos comprender como si todo participara de la naturaleza divina... de ahí la sacralización del tiempo y de lo cotidiano, de ahí la dependencia de los deidades, de los humanos, de los animales y de las cosas... así como la posibilidad de transmigrar de una forma de ser a otra... especialmente de los dioses. La coexistencia podia encontrar así su más plena argumentación, así como el ser-para-otro e incluso el orden familiar, social y político, y ya no solo la relación con lo divino, con uno mismo y con las cosas, con la naturaleza. de ahí nuestra comprensión-otra o nuestro pensar-otro sobre el tiempo, no como duración, como medida (cronos) o como oportunidad (kairos judeo-cristiano). Sino sobre todo como vida.

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  6. El tiempo es vida. La obsesión matemática que surge de la preocupación de calendarizar para utilizar esas mediciones numéricas, no se reducen entonces al problema de las cosechas y de la observación teológica del Sol, de la Luna y de Venus. La preocupación numérica, calendarica o utilitarista en la medición del tiempo, sería entonces un enfasis de León Portilla, pero no sería de ninguna manera la preocupación profunda en torno al tiempo. Una reflexión más profunda nos colocaría más allá del problema socio-político-etnico de resistencia en la historia, sino de la necesidad de vivir en el tiempo, es decir, de perdurar o sobrevivir. La conclusión del Popol-Vuh no sería la declaración de la extinción de un pueblo, sino su forma diversa de vivir o de sobrevivir, en un contexto nuevo... de opresión, marginación o exclusión.

    La traducción del Popol-Vuh se orientaria, no a la conservación de un pueblo, sino a la conservación de todo cuanto existe como coexistencia... los que entiendan así las cosas, seguiran alimentando a los dioses, conservarían la continuidad de todo cuanto participa de la naturaleza divina. Su finalidad sería entonces conservar el tiempo, conservando la vida, manteniendo la interrelación de todo con junto a todos. No se trata de la comprensión judeo-cristiana del "yo soy todos"... sino la de "todos somos", en donde en cuanto todos somos, somos todos... lamentable el tema jerarquico de la sociedad que de esto se desprende y del riesgo de lecturas colectivistas totalitarias... pero ciertamente contrarias al individualismo, que defienden güetos o grupos de poder, tras la capa de una etnia, de una cultura o de una religión... de corte judeo-cristiano-musulman, es decir, monoteísta.

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  7. Por último:

    3. Kinh, sol-día-tiempo, con formas antropomorficas... y las demás deidades que en alguna manera sostienen, cargan o portan el tiempo... representa la sacralidad de la vida misma. Ese tiempo, sin principio ni fin, pero con un punto de partida desde el que se contabiliza una época o un sol... contiene en sí una unidad de medición que no excluye lo dual...el sol tiene la luna, el día la noche y el tiempo el no-tiempo... solo en la oscuridad surge la luz, solo de la quietud el movimiento y del silencio la palabra. Los opuestos o antagónicos, hacen parte de esa unidad dual en sí misma...

    Hasta aquí lo que hemos visto en Mata Gavidia y León Portilla...queda pendiente la segunda parte del libro de León Portilla... pero aquí ya se pueden bosquejar sus posteriores desarrollos. El aporte, que recogen los apéndices, es solo la mención a lo que de 1968 a 1986 se había avanzado en los estudios mayenses y nahualt... que considero no afectan significativamente en lo aquí expuesto.

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  8. Interesantes reflexiones que quieren hacernos andar ya un camino más filosófico --quizá, ahora sí, de la mano de Mata Gavidia, aunque el final del libro de León-Portilla también trae un cúmulo de reflexiones en esta línea más filosófica.

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